Se propone debatir sobre importantes aspectos y perspectivas de la calidad en la educación superior ecuatoriana y su relación con otros sistemas de educación en la región continental a partir de tendencias globales.

La pandemia ha acelerado la transformación digital de la educación en general, sumado a la cuarta revolución industrial, donde la confiabilidad de los procesos y servicios, la conformidad con estándares globales y la capacidad de intercambiabilidad entre distintos sistemas educativos requieren un modelo de aseguramiento de la calidad, fundamentado en una cultura de mejoramiento continuo, capaz de responder a la brecha de empleabilidad, de inclusión y permanencia estudiantil en su proceso formativo a lo largo de la vida.

Es necesario revisar las bases legales que rigen sobre la calidad educativa del país que imprima un dinamismo en los procesos evaluativos, que potencialice la innovación en sus múltiples dimensiones, que acoja diferentes modalidades de ofertas y de modelos pedagógicos institucionales a partir de un esquema de movilidad formativa y educativa, con el propósito de responder a los desafíos de la humanización de la civilización para el quehacer de la educación superior contextualizada con los retos de su tiempo presente.

El paradigma de la calidad requiere cambios en las bases conceptuales vigentes; asimismo, sustituir las reglas basadas en la excepción, en la desconfianza y en la no conformidad por nuevos valores, principios y fundamentos centrados en la excelencia de la enseñanza y aprendizaje, investigación y vinculación con la sociedad, produciendo resultados óptimos en sus múltiples dimensiones como parámetro de medición de la eficacia generada de forma continua, sistemática e integral.